Análisis de Mafia: Definitive Edition

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Recuerdo jugar bastante a Grand Theft Auto: Vice City en la casa de mis primos cuando era más joven. Después de probarlo varias veces me decidí a comprarlo, pero, lamentablemente, no quedaban unidades disponibles cuando fui a por él. En su defecto, me ofrecieron un juego del mismo género, pero ambientado en una época diferente: Mafia.

La verdad es que no conocía aquel título – recuerdo que las noticias del mundillo, en aquel instante, no tenían la repercusión que tienen ahora -, pero me aventuré y lo compré, descubriendo que había tomado una gran decisión (a pesar de que nunca llegué a terminarlo – sé que es un final bastante irónico para esta epopeya -).

Con el tiempo he visto cómo Mafia ha ganado importancia en el sector de los videojuegos. Ya fuera por su historia, por su realismo o por su apartado gráfico, muy avanzado para aquel entonces, no hay dudas de que el trabajo de Illusion Softworks sentó un precedente que consiguió establecer una franquicia que cuenta con dos títulos más en su haber.

Sin embargo, nos encontramos en un momento en el que, quizás, esta primera entrega no sea realmente recomendable debido al paso del tiempo. Ha envejecido mal en muchos aspectos jugables, y tiene varios elementos a los que se ha encontrado fácil solución en juegos actuales. Es una pena que, debido a esto, no sea apto para todo tipo de jugadores (más aún si estos quieren iniciarse en la franquicia), y esto es algo que Hangar 13 ha visto como la oportunidad perfecta para preparar un remake del primer juego de la saga, que, además, también se puede comprar en conjunto con las otras dos entregas (también remasterizadas y con todos sus contenidos descargables).

Mafia: Definitive Edition nos pone en la piel de Tommy Angelo, un humilde taxista de la ciudad ficticia de Lost Heaven que, una noche, se topará con Paulie y Sam, dos mafiosos de la familia de Salieri. Tras ayudarlos con un aprieto con la familia rival, perteneciente a Don Morello, se verá envuelto en una espiral de conflictos que le llevarán a unirse al bando de Salieri. Esto involucrará a Tommy en diferentes misiones repletas de acción, sigilo y velocidad en las que, poco a poco, se hará un nombre en la ciudad y expandirá el dominio de su familia a lo largo de esta.

La historia de Tom, sin embargo, no se queda ahí. Mafia no es un intento de llevar El Padrino al mundo de los videojuegos, busca hacer algo más con su argumento, pretende llevar un guion más profundo, propio de una película, a un medio como este, algo que ya hizo hace 18 años y que, en esta ocasión, vuelve a conseguir. Y es que en Mafia realmente se cuenta la historia de cómo Tommy quiere salir de la familia. Toda su trama se narra mediante flashbacks que el protagonista le cuenta a un detective con la intención de garantizar la seguridad de su familia y poder escapar de esa espiral de violencia y crímenes en la que se había visto involucrado.

Lo cierto es que, a día de hoy, el guion sigue funcionando a la perfección. El remake ha reescrito muchos de los diálogos del original, dándoles más peso y profundidad (así como, en general, más credibilidad), algo que, sin duda alguna, ha sido un acierto para el desarrollo de la trama. Muchas son las escenas en las que, sinceramente, parece que estás viendo una película. Ese es el nivel de calidad con el que cuenta el libreto del juego.

Sin embargo, eso no quita que, con todo y eso, algunos de los fallos argumentales del original sigan presentes aquí. Es cierto que se ahonda mucho más en la relación amorosa de Tom con Sarah y, a su vez, en la amistad que el protagonista tiene con el resto del reparto, pero he echado muy en falta algo más de profundidad en los personajes de Paulie y Sam (en especial en este último), así como en el trasfondo argumental de Salieri y Morello. Son pequeños detalles que, aprovechando el hecho de que el guion del juego ha contado con ampliaciones, habrían hecho de este campo un apartado de diez. Pese a ello, supone una notable mejora respecto al original, y se trata de un argumento que, sin duda alguna, os mantendrá enganchados de principio a fin.

Es en términos jugables donde esta edición definitiva se luce, porque el original resulta difícil de jugar en los tiempos que corren. Este remake de Mafia cuenta con unas bases jugables actualizadas y más actuales en sus facetas de navegación (sea con vehículos o a pie) y acción. Evidentemente no todo es perfecto, pero sí se nota que era algo que el juego original necesitaba cambiar.

Para empezar, aunque parezca una tontería, se ha añadido un minimapa. Sí, el original no tenía, ya que había que abrirlo de forma independiente y aparecía sobre la pantalla mientras jugabas. Gracias a este recurso es mucho más fácil e intuitivo navegar por Lost Heaven, y también podremos marcar puntos de ruta personalizados en cualquier parte del mapa para desplazarnos hasta ellos.

Otro añadido interesante que ayuda al desplazamiento con vehículos (y que, sinceramente, no he visto nunca y me parece tremendamente original) es que aparecerán señales de tráfico – ficticias – que indicarán a qué dirección tenemos que ir, sin necesidad de que tengamos que mirar el mapa constantemente. Es verdad que, debido a algún bug (el juego tiene bastantes), al principio de mi partida no salían, pero más adelante comenzaron a aparecer y ayudan a que la conducción sea mucho más fluida.

Más allá de eso, se ha añadido la opción de cobertura y un gunplay mucho más actual, aunque para nada preciso (no sé si es así debido a la inexperiencia de Tommy con las armas, algo que le daría originalidad y sentido al argumento, o porque realmente tiene un funcionamiento extraño). Aun así, le encuentro muchas pegas a las retículas de las armas, ya que la que se encuentra disponible para la pistola tiene forma de círculo, lo que, sinceramente, hace que sea muy difícil apuntar a los enemigos (parece que esto es algo que se ha cambiado en las últimas actualizaciones del juego, permitiendo al jugador elegir diferentes tipos de miras). También he visto realmente escaso, al igual que con el original, el uso de granadas o cócteles molotov, y cabe destacar que el título no tiene el arsenal más variado de la historia, quedándose con las armas más características de los años 30.

Además, es conveniente destacar que la aventura se puede jugar en varias dificultades, destacando entre ellas la “clásica”, que ofrece un comportamiento jugable muy similar al de la aventura original. En este modo los policías son más agresivos y están atentos a todas nuestras infracciones, perderemos munición al desechar un cargador que aún tenga balas, la salud no se regenerará y habrá que buscar botiquines con más frecuencia y, en general, viviremos secuencias algo más exigentes que si bien no presentan el realismo que tenía la obra de 2002, sí son algo más desafiantes a la hora de jugar.

Lo que sí creo que es negativo es el patoso combate cuerpo a cuerpo con el que cuenta este remake (que poco o nada tiene que envidiar al del original, que también funcionaba mal). Se nota el intento de Hangar 13 por hacer algo medianamente decente, pero se comprueba varias veces que esta faceta funciona mal en los niveles en los que se nos obliga a enfrentarnos a enemigos de esta manera. Básicamente tendremos que aporrear el botón de ataque hasta que podamos llevar a cabo un finisher que resulta artificial y que, además, afea esta parte del juego. Es cierto que no vamos a estar luchando así durante toda la aventura, pero aun con la gran cantidad de armas cuerpo a cuerpo que hay, creo que habría estado bien haber hecho algo un poquito más elaborado.

La conducción sí presenta cambios sustanciales, necesarios y agradecidos. Hay dos modos disponibles para el manejo de vehículos: normal y simulación. He jugado el juego en simulación, y más adelante, a la hora de completarlo al 100%, en normal, y he de decir que, más allá del agarre del coche al suelo durante los derrapes, no he notado una diferencia sustancial. También tengo que destacar que, por las malas, debido a la infame carrera de la que hablaré dentro de poco, aprendes a conducir sí o sí, independientemente del modo de conducción que elijas, y es que Hangar 13 ha implementado un botón para realizar una embestida (hacia los lados y hacia delante) con nuestro coche, y usado con cabeza, permite hacer derrapes mucho más efectivos en las curvas más complejas. Una vez le coges el truco, realmente no importa qué modo de conducción escojas, porque conducirás como si fueras el señor de Lost Heaven. En líneas generales, creo que este aspecto ha mejorado notablemente respecto al original, y es una conducción que se defiende bien a los mandos (además de que hay una amplia variedad de coches para elegir, y se han introducido motos en la mezcla, algo que no estaba en el original y que le da más variedad a esta faceta).

Sin embargo, creo que esta revisión de Mafia tiene lo mejor de los juegos modernos y antiguos, pero también lo peor de las obras de antaño. Y es que hay más de una misión que se tiene que realizar a contrarreloj, y los tiempos que se dan para cumplirlas son excesivamente apretados y, en muchas ocasiones, difíciles. Lo mismo puedo comentar del diseño de ciertos niveles que, ya sea por cómo están planteados o por cómo podemos navegar por ellos, se harán realmente desafiantes y tendremos que repetir dichas secciones varias veces hasta que podamos avanzar, ya sea por la dificultad o por lo mal estructuradas que están.

Pero el premio, sin duda, se lo lleva la histórica carrera que hay que ganar al principio del juego. En el original ya causó mucha polémica, y tuvo que ser parcheada para ser más accesible, pero en este remake es aún más complicada que en el original (y es por ello que en este momento aprenderemos a la perfección el manejo de los vehículos del juego). Las vueltas se han reducido de cinco a tres, y en vez de empezar en la séptima posición, comenzaremos en la última. También se han implementado ciertas secciones con scripts que nos permitirán adelantar una posición de una manera más sencilla, pero si no conseguimos estar los primeros en la primera vuelta, habrá que reiniciar la carrera de forma constante. No sé si esto se ha hecho adrede, por continuar con la broma que viene arrastrando el original, pero la verdad es que lastra mucho el ritmo de la aventura debido a la inmensa cantidad de veces que tendremos que repetirla.

Dejando de lado esto, y obviando el hecho de que se han mantenido ciertos elementos algo anticuados en lo que se refiere a la jugabilidad, lo cierto es que, en esta faceta, Mafia: Definitive Edition se juega mucho mejor que el original, aunque pierde ese grado de realismo que sí tenía el primer título allá por 2002.

Lo que está claro es que un remake de este calibre iba a cambiar por completo el apartado gráfico de la obra de Illusion Softworks, y vale la pena destacar que se ha hecho un trabajo estupendo en este aspecto. El primer Mafia, aunque sorprendente cuando se lanzó, ha envejecido algo mal debido a que toda la ciudad de Lost Heaven es realmente monótona, apagada y, a la larga, plana. Hangar 13 ha actualizado todo esto para hacer de la localización un lugar mucho más rico, variado y bonito a nivel visual, al igual que ha reelaborado todos los modelados de los personajes con un nivel de detalle realmente bueno (exceptuando las pestañas, algo que sí que no tiene un acabado muy fino y que, algunas veces, desentona en el rostro de los protagonistas).

Esto no quita que haya fallos que nublen el buen acabado visual del juego, y es que, al menos en la versión de PlayStation 4 que hemos podido probar, hay un grave problema de sincronización vertical durante toda la aventura, tanto en cinemáticas como en secciones jugables. No engaño a nadie si digo que no he parado de ver la pantalla partida por la mitad de forma horizontal constantemente, y es algo que provoca una pérdida de inmersión realmente grande y que, en la plataforma de Sony, no tiene ningún arreglo desde el menú de opciones.

Ocurre exactamente lo mismo con la iluminación frente a puertas, que ocasionará que nuestro protagonista deje una silueta fantasmal que cambia a medida que se mueve. Los escenarios también cuentan con sombras realmente oscuras, como si el HDR no funcionase de forma correcta (de hecho, sin el HDR activado, este error sigue estando presente).

Son pequeños fallos que, como digo, lastran la gran belleza gráfica con la que cuenta el título, y aunque no los veremos constantemente, resultan realmente molestos a lo largo de la aventura.

De forma sonora se encuentra el mismo mimo que en el apartado visual. La banda sonora se ha vuelto a grabar y suena tan bien como en el original, y las emisoras (dos solamente) cuentan con nuevas canciones que añaden más variedad a los trayectos en coche (que, de hecho, se pueden omitir por completo), algo que en el título de 2002 estaba presente con canciones realmente monótonas y machaconas que parece que se repetían en bucle, aunque cambiasen según la zona en la que nos encontrásemos.

Lo que quizás ha provocado algo de polémica es el doblaje de los personajes, ya que en la versión original se ha contado con un reparto totalmente nuevo que, obviando las quejas de la comunidad, ha hecho una buena labor a nivel interpretativo. Aun así, yo quiero destacar el gran trabajo que han recibido las voces localizadas en nuestro idioma, y es que gran parte de los actores del original retoman sus papeles en este remake, y lo hacen con un trabajo muchísimo mejor que el presente en la primera entrega. De hecho, varios personajes sí que cuentan con voces nuevas que encajan mucho mejor con su personalidad, como es el caso de Paulie.

En líneas generales, Hangar 13 ha hecho un trabajo sobresaliente a nivel audiovisual, actualizando un clásico a tiempos modernos de una forma realmente ejemplar, y jugando con el hecho de que han tenido la oportunidad de mejorar una época (los años 30) que sigue siendo un nicho en el mundo de los videojuegos.

La duración del remake también es más que correcta. La historia puede durar cerca de las 10/12 horas, y a mayores contamos con un Modo Libre que permite navegar por la ciudad y hacer cualquier cosa, incluidas algunas misiones secundarias que funcionan a modo de desafíos para poder desbloquear coches, o carreras personalizadas al más puro estilo Mario Kart. Si se quiere completar al 100%, habrá que recoger todos los coleccionables distribuidos por el mapa y la historia, haciendo que el juego llegue a las 20 horas.

Dejando de lado todo esto, me gustaría añadir que, efectivamente, esta es la versión que deberíais jugar en caso de querer empezar con la saga. Es cierto que el original tiene ciertos momentos argumentales (aunque sean pocos) que añaden más profundidad a Tommy o al argumento en general, pero la historia de este remake, los diálogos, su jugabilidad y su aspecto audiovisual son infinitamente mejores y, sobre todo, actuales, algo que no está presente en el original y que puede hacer que sea algo más durillo a la hora de disfrutarlo.

Es cierto que esta edición definitiva no es perfecta. Tiene algunos fallos jugables, bugs por aquí y por allá, un severo problema de sincronización vertical en consolas y, en general, leves detalles que hacen que la experiencia no sea de diez. Sin embargo, pese a esto y a contar con algunas características más propias de juegos de hace veinte años, Mafia: Definitive Edition es la versión que debes jugar si quieres comenzar con esta fantástica e interesante franquicia o si quieres rememorar tu experiencia de hace 18 años, pero con unos apartados audiovisuales y jugables – así como con una historia ligeramente ampliada – mejores y actualizados a los tiempos que corren.

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