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Con motivo de su reciente lanzamiento para las consolas actuales, hemos tenido la oportunidad de analizar este videojuego llamado Zapling Bygone, un metroidvania desarrollado de forma independiente por Stevis Andrea bajo el nombre de su estudio, 9FingerGames.

Un proyecto en solitario del que su creador ha ido compartiendo información a través de redes sociales desde finales de 2020, mostrando las diferentes fases por las que ha pasado el videojuego, sus opiniones sobre la industria, la campaña de financiación que tuvo en Kickstarter e incluso un vídeo en el que el gran Reggie Fils-Aimé, ex presidente de Nintendo America, daba sus impresiones tras jugar al pequeño metroidvania en la Rogue Jam de IGN.

Una bonita aventura en la que consiguió publicar su videojuego en Steam el pasado verano y que ahora, gracias a la conversión realizada por el estudio y a la vez distribuidor barcelonés Jandusoft, Zapling Bygone también está disponible en el resto de plataformas (PlayStation, Xbox y Nintendo Switch) desde el 9 de marzo.

Es muy probable que, por nombre o por el tamaño del proyecto, este juego no vaya a tener una repercusión muy grande, pero si habéis llegado a este análisis y sois amantes de los metroidvania dejadme deciros que al menos os habéis topado con una buena alternativa que cumple con los aspectos básicos del género y que termina siendo una experiencia bastante notable.

Zapling Bygone nos pone en la piel de un alienígena gelatinoso (llamado Zapling) que llega a un planeta desconocido con ansia de conocimiento, de matar a los líderes de los diferentes biomas y también con el objetivo de acabar con el enorme parásito intergaláctico que está destruyendo todo lo que encuentra por su paso.

Al no tener referencia ninguna del planeta en el que estamos, habrá que ir descubriendo el entorno por nuestra cuenta, aunque ya en el mapa del juego aparecen señalados unos denominados puntos de infección a los que habrá que llegar en algún momento.

Lo primero que me sorprendió, aunque parezca algo esencial en un metroidvania, es lo bien que se mueve el personaje. Muchos proyectos indies de este género no suelen acertar con los parámetros correctos para que el movimiento del personaje se adapte bien a unos escenarios llenos de plataformas y obstáculos, pero Zapling Bygone lo hace fenomenal y en los primeros minutos nos da muestras de lo que podremos hacer a medida que el alienígena aumente sus poderes.

Unos poderes o mecánicas que el Zapling irá absorbiendo, principalmente, de las calaveras de los jefes finales que haya derrotado, dando la posibilidad de que el alienígena pueda escalar, realizar un dash, un doble salto, disparar un láser, e incluso usar un gancho, siendo estas las acciones principales durante todo el juego.

Pero la función de las calaveras no solo será la de dar poderes al Zapling, sino que también tendrán unas ranuras en las que poder usar unas mutaciones que modificarán algunas de las mecánicas principales comentadas según nuestro estilo de juego. Una función que recuerda bastante a la de los amuletos de Hollow Knight, ya que estos modificadores podrán aumentar la vida, aumentar los puntos de poder (necesarios para el láser o reestablecer la salud), alargar el dash, poder realizar un triple salto…

La elección de la calavera será importante, pues encontraremos una buena cantidad tanto explorando el planeta como derrotando a los jefes finales y cada una de ellas tendrá limitado el uso de mutaciones, ya sea por cantidad o por la forma del modificador, por lo que habrá que pensar muy bien qué queremos utilizar dependiendo de la situación o de los niveles en los que estemos.

Y es que el desconocido planeta de Zapling Bygone está lleno de peligros, pues cada uno de sus niveles o mazmorras presentan un desafío bastante interesante tanto por sus enemigos como por los diferentes obstáculos y trampas que podremos encontrar. El ataque del Zapling, sin modificadores, no suele ser muy efectivo, por lo que habrá que estar muy atento en los enfrentamientos con los enemigos y calcular bien los golpes necesarios para poder eliminarlos sin que el alienígena muera en el intento. Suerte que puede curarse por sí mismo usando los puntos de poder disponibles.

En caso de morir, el Zapling reaparecerá en el altar más cercano, elemento que encontraremos repartido por todo el mapa y que es recomendable activar según se haya descubierto, pues son puntos de control en los que también se podrá cambiar tanto la calavera como las mutaciones del personaje.

A la hora de volver a esos rincones explorados en los que el alienígena ha sido eliminado, nos encontramos con uno de los pocos puntos negativos que puede tener Zapling Bygone durante su experiencia. El problema no está en que no se vaya actualizando el mapa a medida que exploramos, pues sí es cierto que se van mostrando los puntos de interés descubiertos (como los altares o tiendas) e incluso incita muy bien a la exploración, pero el mapa de los territorios no se muestra al completo hasta que no se derrote al jefe final correspondiente.

No se aprovechan los altares para guardar y mostrar el recorrido descubierto hasta ese momento, no se señalan los puntos de viaje rápido activados en el mapa o tampoco se da la opción de poner algún marcador personalizado para destacar alguna de las puertas secretas que tiene el juego (algo que cuesta encontrar si no te acuerdas bien de la ubicación). Elementos que, sin ellos, no es que la experiencia del juego empeore, pero sí creo que dificulta ese retorno a las zonas que nos hayan llamado llamado la atención y que queramos descubrir antes de llegar a cualquier jefe final.

Hablando de jefes finales, hay que decir que este aspecto evoluciona de menos a más a lo largo de toda la aventura. Los dos primeros combates (al menos el segundo en Ancient Sewers) son algo básicos aunque presentan un poco de dificultad, pero los siguientes enfrentamientos me han parecido mucho más divertidos. Lo más destacable es la sorpresa en Grimtown tras varios minutos de tensión recorriendo esta zona y el como se reparte el enfrentamiento final entre los combates más complicados y con los que más he sufrido en el juego.

Estos jefazos tienen una historia detrás y, en sus territorios correspondientes, podremos recoger varios coleccionables que, a través de viñetas de cómic con un dibujado bastante espectacular, nos contarán cuál fue su destino hasta convertirse en los líderes de los biomas de este planeta. Zapling Bygone reparte muy bien sus secretos y el lore acerca de la historia del juego, sabiendo incitar muy bien el rebucar por los rincones de cada escenario y variando el tipo de coleccionable, que pueden ser desde las diferentes mutaciones hasta trozos de calavera con historias de los diferentes habitantes del planeta.

Relacionado con estos secretos, el juego tiene tres tiendas en diferentes zonas que tienen la simple función de poder canjear los puntos que se consiguen matando enemigos (el dinero del juego) por otros coleccionables como cuadros, más fragmentos de cráneos y las llaves que abren las localizaciones secretas de Zapling Bygone. Estas habitaciones son como pequeños desafíos donde la recompensa principalmente son mejores mutaciones, pero también nos podemos encontrar varias sorpresitas y guiños tanto a los colaboradores del juego como a cosas de cultura general.

Esto convierte a Zapling Bygone en un juego que fácilmente puede alcanzar las 7-8 horas de juego si exploramos gran parte de sus escenarios y alcanzamos el 80% del progreso, aunque diría que con 2 horas más bastaría para conseguir el 100% del juego. Una vez terminado, hay posibilidad de rejugar el juego con diferentes modos que se pueden activar a la vez: un modo con muerte permanente, la opción de comenzar con todas las habilidades principales activadas (ideal para speedruns) y un modo aleatorio que cambia de lugar tanto a los enemigos como a las diferentes mutaciones que se pueden conseguir en el juego principal.

En lo técnico, Zapling Bygone ha dado unos cuantos problemas en su versión de PC, que es la que se ha jugado para este análisis. Al arrancar la partida, parece que le cuesta alcanzar el framerate ideal o cargar las texturas del juego, y la imagen se puede parar varias veces durante unos pocos minutos. Otro de los problemas se ha encontrado en la parte final del juego, ya que cuando se mata a alguna rata infectada en RatQueen Gardens salta un cuadro informando de un error en una línea de código y obliga a cerrar el juego. Errores puntuales que no han perjudicado a la experiencia del juego.

Poco hay que comentar de la parte audiovisual, contando con un apartado artístico en pixel art que se ve bastante bien en todos los aspectos y con una banda sonora muy bien trabajada, sobre todo en los momentos de máxima tensión de los combates contra los jefes finales.

Conclusión

El primer videojuego de 9FingerGames es un trabajo más que notable a pesar de sus pequeños puntos negativos, algo que convierte a Zapling Bygone en un videojuego interesante para cualquier amante de los metroidvania. No inventa la rueda ni tampoco pretende hacerlo, pero cumple con los pilares básicos del género y el resultado termina siendo una experiencia bastante divertida.

Análisis realizado gracias al código review facilitado por Jandusoft

Santiago Sánchez
Santiago Sánchez
Gestor de contenidos y redactor en GamingUniverse. ¡Lo importante es disfrutar de los videojuegos!

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