Análisis de Atlas Fallen

Deck 13 Interactive nos trae un nuevo RPG

Dada su experiencia en otros títulos como The Surge o Lords of the Fallen, Deck 13 ahora intenta trasladarnos a un mundo desértico, gobernado por Dioses tiranos a los que habrá que enfrentarse. Si ya nos parece complicado desafiar a Dioses, estos, no estarán solos, ya que en este planeta viven unos seres míticos que también nos pondrán las cosas difíciles.

Gráficos:

Deck 13 nos presenta un mundo gigantesco en el que la arena es claramente la protagonista. Dunas y más dunas nos harán compañía durante la mayor parte del viaje. Pilares de piedra, montañas rocosas y cuevas, junto con la arena, forman la mayor parte del paisaje.

La ambientación es bastante buena, pero tampoco es algo muy a tener en cuenta. Aún…

Los detalles como souls si están algo más cuidados. Como buen souls que se precie no puede faltar nuestra barra de stamina (aquí llamada ímpetu). Pero no solo sirve para poder defendernos, sino que nos da la opción de usarla para atacar a los enemigos, lo cual puede resultar peligroso si gastamos la barra para atacar y no guardamos algo para intentar protegernos después, ya que algunos ataques de Dioses son bastante devastadores.

Como tal el sistema de ataque cumple, ya que es bastante fácil de hacerse con él y además divertido. Como pega tenemos que referirnos a los enemigos, bastante escasos y repetitivos. Hay muy poca variedad y siempre nos atacan igual.

No podemos olvidarnos del modo cooperativo, sin duda de lo mejor del juego. Es innegable que este tipo de aventuras de mundo abierto, siempre son más divertidas jugándolas con amigos o por lo menos acompañado. Atlas Fallen no es una excepción, de hecho recomendamos el juego cooperativo como primera opción.

Historia

No es el punto fuerte de Atlas Fallen, no nos vamos a engañar. El juego se centra en una misión pricipal… liberar al mundo del tiranismo del Dios Sol (Thelos). Casi desde el principio (una vez pasado el tutorial) ya se nos encarga la, casi imposible, tarea de derrotar a un Dios y poco más hay que hacer. 

Podemos hacer una pausa a nuestra labor principal para realizar diversas misiones secundarias, pero no van más allá (salvo contadas excepciones) de explorar el basto mundo desértico y buscar tesoros, colecciones y matar a determinadas criaturas. Suerte, como hemos dicho antes, que hay fases de plataformeo, para buscar tesoros o nuevos poderes, que hacen más ameno el desarrollo de la labor principal.

Conclusión

Deck 13 ha querido sacar un nuevo título mejorando sus juegos anteriores, pero es un quiero y no puedo.

No decimos que el juego no pueda divertir, sobre todo en cooperativo y merezca la pena, pero nos encontramos con una aventura que no saca a relucir nada que no se haya visto ya. La intención es buena, pero la poca variedad de situaciones, misiones o enemigos, sumado a los errores de sonido, dejan lo bueno que tiene el juego en cuanto a habilidades y exploración, en casi nada.