Análisis de Penny’s Big Breakaway

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Llevamos ya tres meses de este nuevo año 2024 y, mirando un poco la lista de los juegos que he jugado hasta el momento, hay que decir que los plataformas van muy arriba en la clasificación de los géneros jugados. Y es que da igual que sean 2D o en 3D, e incluso valen tanto los metroidvania o shooters que combinan mecánicas de plataformas como Titanfall 2 o la saga Crackdown. El caso es que, todo aquello que tenga cosas de plataformas, ahora mismo se gana todo mi interés porque mola brincar por aquí y por allá, mola hacer virguerías con las posibilidades que facilitan sus mecánicas y, por supuesto, molan por lo divertidos y desenfadados que son. Llevo unos días pensando que ahora me entran mucho mejor los plataformas porque, con tanta responsabilidad adulta a las espaldas, al final lo que uno busca es una pizca de alegría y diversión, y eso sí o sí solo te lo pueden dar los juegos de acción y plataformas.

Aún habiendo terminado un juego del mismo género hace relativamente poco, este Penny’s Big Breakaway, que está desarrollado por el estudio Evening Star, ya me había llamado la atención más de una vez por algunos clips que han ido aparecido en mi tweet list en las últimas semanas. Soy de intentar no jugar constantemente a juegos del mismo género, pero en esta ocasión quise jugar de nuevo a otro juego de acción y plataformas 3D y, de paso, contaros mi experiencia con este interesante juego donde el uso de un yo-yo irá más allá de hacerlo bajar y subir.

Penny Malandra es una artista que, como muchos otros compañeros de oficio, estaba haciendo cola para una audición que ha preparado el Emperador Eddie de cara a buscar al mejor artista para la mega actuación que se celebrará durante la gala anual de este colorido reino. Como lo de esperar una cola llena de muchísimas personas es algo aburrido, en pocos segundos se asumirá el control de Penny, pudiendo así explorar los pequeños terrenos de ese nivel que sirve como introducción al juego y dónde llegará un momento en el que la artista encuentre una misteriosa cuerda, conocida como «la cuerda cósmica». Esta cuerda es muchísimo mejor que la anterior que tenía el yo-yo, pero a su vez esto convertirá al objeto en un pequeño monstruito. Con mucha agilidad y numerosas acrobacias, Penny se colocará como la primera persona para hacer la audición ante el Emperador. Sus trucos conseguirán impresionar tanto al público como al líder del reino, pero el «monstruito yo-yo» morderá al Emperador Eddie y le quitará todas sus ropas como acrobacia final, cabreando así a todo el mundo y provocando que Penny se convierta en la persona más buscada y odiada por las autoridades del Emperador.

Con esta premisa, los numerosos niveles de Penny’s Big Breakaway que estarán repartidos a lo largo de 11 mundos podrían considerarse fácilmente como fases de una huída, pero realmente se convertirán en los actos de un circo en los que Penny Malandra realizará espectaculares actuaciones gracias a sus acrobacias con el yo-yo mientras huye de los guardias del Emperador Eddie (los cuales son unos pingüinos de diferentes formas y colores que son graciosos a la vez que cansinos) además de ir recogiendo monedas, buscando secretos e incluso cumpliendo algunas tareas semi-secundarias que los habitantes del reino le irán pidiendo para que su puesta en escena reciba la mejor puntuación posible al final de esos niveles. Este juego cumple con los básicos de cualquier juego de acción y plataformas en 3D, pero lo que realmente pretende es que el jugador domine las mecánicas del yo-yo para que se adapte a un ritmo ágil y vertiginoso que se convierte en la verdadera experiencia del juego, como si de un Sonic se tratase. Confirmo una cosa que escuché del juego mientras abordaba las fases finales de Penny’s Big Breakaway y es que, a diferencia de otros juegos del mismo estilo, el hacer los niveles con calma para ir recogiendo todo y no perderse ningún detalle no funciona tanto porque la jugabilidad de este juego te pide hacer uso del yo-yo constantemente para moverte por el escenario. Se puede jugar con calma, pero es mucho más lento de lo normal, aparte de lo que el juego pida realmente.

Si algo me impresiona de la jugabilidad de Penny’s Big Breakaway es que el uso del yo-yo se combina principalmente con tres botones, pero uno de ellos será el encargado de agrupar todas las funciones. Ese botón es el cuadrado/X, ya que con el podremos engancharnos a cualquier borde de una plataforma, podremos realizar un dash al hacer doble tap del botón e incluso podremos convertir el yo-yo en una especie de liana al mantener el botón pulsado. Tres acciones y un mismo botón que luego se podrán combinar con un doble salto asignado al botón X/A o, aquí viene mi mecánica favorita, también convertir al yo-yo en una especie de monociclo mediante el botón O/B. Combinaciones que, en general, funcionan muy bien y que una vez dominado su uso consiguen que ese ritmo ágil y vertiginoso se convierta en una experiencia super divertida y satisfactoria. Hay veces que la jugabilidad falla en ese aspecto y, más bien, es por pequeños errores del juego que culpa del jugador por no haber medido bien el timing de cada combinación. En ocasiones, da la sensación de que la jugabilidad de Penny’s Big Breakaway está un poquito verde aunque en general cumpla de forma positiva. Dichos errores suelen generarse con el propio escenario y las colisiones con los objetos colocados a lo largo del nivel, provocando algún bug que otro que, en ocasiones, puede mandar por los aires a Penny o incluso mandarle a un vacío virtual que le quitará una vida y le hará volver al punto de control más cercano. Repito de nuevo que, aunque dé esa sensación de que faltan cosas por pulir, la experiencia general cumple de forma fantástica.

Parte de ese buen funcionamiento también es debido a los niveles de Penny’s Big Breakaway, los cuales pienso que cumplen muy bien a la hora de ofrecer variedad de situaciones enfocadas en exprimir varios elementos de la jugabilidad. Hay niveles donde hay que evitar constantemente a los pingüinos del Emperador Eddie porque, una vez nos rodeen varios de ellos, conseguirán atrapar a Penny y tocará reaparecer en un punto de control; en otros niveles hay que rodar con el yo-yo durante gran parte del camino, cosa que a veces se convierte en un juego de skate debido a las numerosas rampas que aparecen a lo largo del escenario; y en la gran mayoría de las fases habrá que hacer uso de barandillas, trampolines, camas elásticas e incluso tirolinas además de las acrobacias que podrá hacer la pequeña artista. Unas acrobacias que también se verán potenciadas por unos objetos que otorgarán poderes al yo-yo y se sumarán a esa gran variedad de acciones que se pueden hacer durante los niveles de Penny’s Big Breakaway, ya sea un martillo o una hamburguesa que permitirán destruir algunos objetos del escenario golpeando o rodando con el yo-yo, una tarta que convertirá al yo-yo en un helicóptero al realizar un movimiento circular (girando el joystick derecho en cualquier sentido horario), una guindilla que meterá mucho turbo cuando usemos el yo-yo como monociclo, u otros elementos como el imán (para superficies magnéticas) o «la resistilla» (invulnerabilidad ante el fuego).

Aparte de todos estos trucazos que podrá realizar Penny, también habrá momento para otras actividades durante los niveles de Penny’s Big Breakaway como son las misiones de los habitantes y la búsqueda de las tuercas secretas. Las tareas de los ciudadanos del reino, que siempre serán tres las que hay que hacer en todos los niveles, son actividades muy simples que van desde la recogida de algunos objetos perdidos por estos personajes, entregas cronometradas desde el punto A hasta el punto B con ese mismo tipo de elementos y alcanzar una puntuación establecida realizando trucos con el yo-yo. Lo mejor de todo es que no son nada molestas y, gracias al fabuloso trabajo realizado por el equipo de traducción español, son bastante divertidas. También son fáciles de fallar y, a no ser que Penny pierda salud y vuelva a un punto de control anterior, no se podrán reintentar a no ser que se reinicie el nivel. Estas misiones no son complicadas de buscar, pues casi siempre estarán al lado de un punto de control, pero otras veces habrá que buscar un guante de béisbol que llevará a Penny hacia una zona secreta donde se realizará la correspondiente misión. Y hablando de cosas secretas, ahí también entra el juego la búsqueda de unas tuercas que siempre estarán bien ocultas o localizadas en lugares complejos, las cuales servirán para ir desbloqueando unos niveles extra que darán lugar a unos retos muy interesantes donde la jugabilidad destacará muchísimo. Cualquier cosa que se haga en un nivel de Penny’s Big Breakaway servirá para completar el nivel y alcanzar la puntuación máxima del mismo, ya sea establecer un combo alto de trucos, completas las misiones y buscar todas las tuercas, no morir, llegar a la meta en un tiempo rápido… Y también terminar el nivel a lo Super Mario; es decir, al final de cada nivel habrá una estructura dividida en tres alturas diferentes y, en cualquiera de ellas, comenzará una fase de bonificación en la que Penny tendrá que realizar una actuación extra de uno, dos o tres trucos donde podrá conseguir unos puntitos más mediante la pulsación de algunos botones y el giro del joystick derecho que no es muy difícil de completar. El juego también es muy bondadoso con aquellos jugadores que no sean capaces de dominar los trucos de la artista, pues antes de cada nivel existe la posibilidad de comprar unos cuantos potenciadores que podrán beneficiar a la puntuación final de los niveles además de mejorar la salud de Penny, o una oportunidad extra de continuar en caso de caer o que te atrapen los pingüinos del Emperador.

Penny’s Big Breakaway también cuenta con algunas fases especiales o batallas contra jefes finales al final de cada mundo, pero sí tengo que dar de nuevo la razón a otros comentarios que escuché. Lo que ocurre es que no siempre hay una fase final a lo largo de los 11 mundos del juego. Hay mundos que, una vez que se terminan todos los niveles, te pasan directamente al siguiente mediante una pequeña cinemática o sin ella. Pero en otros si existe la posibilidad de disfrutar de unos niveles especiales basados en la huida de Penny o de fases en las que habrá que enfrentarse a los secuaces del Emperador Eddie a través de unas batallas finales bastante interesantes. Como siempre ocurre en este tipo de juegos, los combates contra jefes finales suelen estar llenos de bastante originalidad además de contar con las típicas 3 o 4 vidas de los enemigos en las que, al quitarle una de ellas, sus ataques evolucionan a un patrón nuevo más los golpes básicos que haya utilizado al principio. Para mí, los mejores combates del juego son contra el Sr. Q (una mezcla chula entre billar y malabares futbolísticas) y contra el Juez Rufus (una fase bastante intensa sobre un escenario que se va montando y con rayos cayendo mientras se intenta desestabilizar al juez.

Si queda algo más por destacar de este Penny’s Big Breakaway son sus niveles extra y, sobre todo, su modo Contrarreloj; ya que ambas cosas son sitios en los que la jugabilidad va a brillar en todo momento y el jugador que mejor tenga dominados los trucos del yo-yo de Penny puede hacer virguerías en ellos. El modo Contrarreloj se irá actualizando a medida que se vaya avanzando en la aventura principal, pero los Globos Estelares/Festival de las Estrellas (que es como suelen aparecer indicados dentro del selector de niveles) son los que se irán desbloqueando al encontrar ciertas cantidades de tuercas en los mundos de Penny’s Big Breakaway. Estos niveles extras me han parecido muy buenos, pican bastante y, sobre todo, dan lugar al entrenamiento y a la mejora para, como siempre, obtener la mejor puntuación dentro de ellos. Si sois de esos jugadores speedrunner, creo que estás opciones os vendrán muy bien en este juego.

Conclusión

Penny’s Big Breakaway me ha parecido una propuesta la mar de interesante. Pienso que, aunque la experiencia sea mayormente disfrutable, en Evening Star aún tiene que pulir bien la jugabilidad para que, a medida que se van combinando los trucos del yo-yo, no aparezcan esos errores tan extraños. Un juego alegre y divertido que, como alternativa a otros grandes titanes del juego, va a ofrecer todo lo que cualquier aficionado a los juegos de acción y plataformas busca, destacando sobre todo esa jugabilidad ágil y rápida que se convierte en la verdadera experiencia del juego.

Este análisis ha sido posible gracias al código review para PS5 facilitado por Private Division a través de la web Keymailer.co

Santiago Sánchez
Santiago Sánchez
Gestor de contenidos y redactor en GamingUniverse. ¡Lo importante es disfrutar de los videojuegos!

1 Comment

  1. […] utilizado esta oración en un análisis que publiqué hace poco en GamingUniverse (el cual también era sobre un plataformas en 3D), repito de nuevo que creo que el género de los plataformas es el que mejor le entra a una persona […]

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