Análisis de Ereban: Shadow Legacy

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Ereban: Shadow Legacy es el proyecto en el que el estudio barcelonés Baby Robot Games ha estado trabajando en los últimos cinco años y que, por fin, ha visto la luz el pasado 10 de abril de 2024. Este videojuego español es una aventura de acción y sigilo donde los jugadores encarnamos a Ayana, posiblemente la última Ereban que haya en el universo. Los Ereban son una raza que tienen un fuerte vínculo con las sombras y que, en la oscuridad, son capaces de utilizar diferentes poderes para su supervivencia. Nuestra protagonista, al comienzo del juego, decide alistarse como agente para la empresa energética Helios, los cuales han conseguido frenar las guerras y las crisis interplanetarias gracias a sus soluciones para ofrecer una energía limpia y duradera para todos los seres vivos. El caso es que Ayana cree que trabajando para Helios puede conseguir mucha información sobre lo que pasó con los Ereban, pero a lo largo de la aventura descubrirá que la empresa energética no tiene muy buenas intenciones y ella misma también irá descubriendo la verdad además de tomar importantes decisiones durante la trama.

A lo largo de los ocho niveles que componen su modo Historia, Ereban: Shadow Legacy ofrece mayormente unos escenarios bastante grandes donde se pueden realizar varias cosas: explorar el terreno en busca de recursos y coleccionables, huir de las zonas llenas de enemigos utilizando diferentes caminos o artilugios y, por supuesto, cumplir con los objetivos principales o secundarios del capítulo en cuestión. Para poder recorrer los lugares sin hacer saltar la alarma, uno de los elementos más importantes de Ayana es el poder sombrío, con el cual se podrá fundir con cualquier sombra que aparezca por el escenario y así moverse libremente hasta alcanzar el lugar deseado. Si lo tengo que comparar con algo, es como cuando en Splatoon te metes en tu propia color tanto para moverte rápidamente por el campo de batalla como para recargar la tinta de la pistola. El movimiento es super placentero y es una gozada ver que se puede utilizar en cualquier sitio donde la luz no esté iluminando la zona. Por supuesto, este maravilloso poder tiene dos limitaciones: su barra de resistencia (la cual no va a ligada a mejoras y su duración siempre será la misma en todo el juego) y las zonas iluminadas tanto por el sol de los escenarios como por otras luces artificiales. Pero aún así, es una mecánica que termina siendo una maravilla si sabes leer muy bien lo que te piden unas ubicaciones que también beben mucho de lo que ofrecieron las dos entregas de Dishonored. No es que estos escenarios ofrezcan infinidad de vías para una misma solución, pero sí nos permiten analizar el lugar en el que estamos para ver las diferentes posibilidades que tenemos para superar una zona llena de robots de Helios, ya sea escalando edificios, traspasando rendijas o vallas, e incluso aprovechando sombras en movimiento tanto de drones de mercancías como de molinos eólicos. El uso de este poder sombrío también dará lugar a unas fases de plataformas que en ocasiones recuerdan un poco a Prince of Persia, algo que se puede observar en momentos donde recorreremos una pared o una columna, y tendremos que saltar al otro lado una vez alcancemos el punto señalado. Y es que Ereban: Shadow Legacy sabe combinar muy bien los momentos de plataformeo con la resolución de puzles, ya sea al alinear las sombras de unos ventiladores para poder formar un camino ideal para Ayana, ir saltando de dron en dron para alcanzar nuevos lugares o conectar una serie de baldosas numéricas con el poder sombrío para conseguir abrir la puerta de un templo. Uno de los «rompecabezas» más destacables durante la campaña del juego es cuando Ayana debe transportar una pequeña batería para utilizarla en determinados dispositivos electrónicos, pero una vez empezamos a usar su poder sombrío incluso para pasar por una rendija dicha batería se caerá y habrá que recogerla de nuevo.

Ayana tiene varias posibilidades para moverse por los escenarios de Ereban: Shadow Legacy, pero también contará con una serie de poderes y artilugios para poder completar sus misiones. Primero hay que indicar que el juego cuenta con un sistema de moralidad que se divide en No Letal, Neutral y Letal, algo que al final del juego tendrá algunas repercusiones, cosa que también pasaba en ambos capítulos de Dishonored. Con ello, los jugadores podrán elegir cómo afrontar los niveles del juego: superarlos sin neutralizar ni matar a ningún trabajador de Helios o hacer gala de sus poderes para desatar el caos total. Los poderes se irán desbloqueando al alcanzar algunos momentos clave de la trama y los jugadores podrán elegir entre una habilidad no letal y otra más enfocada en el estilo de juego sanguinario. De nuevo, con los juegos de Arkane Studios en mente, la elección de los poderes hará que no podamos usar otros en lo que resta de la aventura, pero sí permitirá mezclar ambos estilos de poderes según nuestra forma de jugar. En mi caso, mi experiencia estuvo totalmente centrada en obtener poderes enfocados en terminar el juego de la forma más pacífica posible, ya sea con la posibilidad de cegar la visión de los enemigos, aprovechar su presencia para teletransportarme a su ubicación e incluso hacerme con el control de los robots para pasar desapercibido. Dichas habilidades serán limitadas y, para recargarlas, habrá que conseguir unos fragmentos de poder sombrío explorando los niveles. Estos poderes también se podrán ir mejorando mediante unos orbes sombríos que encontraremos por los escenarios y que también servirán como recurso para fabricar algunos artilugios que serán vitales para la supervivencia de Ayana. Al comienzo del juego fabricamos el sónar, el cual podremos utilizar de vez en cuando para hacer un amplio reconocimiento de la zona, pero se podrán utilizar unos cuantos artilugios más como el visor para observar el terreno, minas que atrapan durante unos segundos a los enemigos y un señuelo que será muy práctico en las zonas más complejas. Cada una de estas herramientas se podrán crear a través de las mesas de fabricación que hay repartidas por los niveles de Ereban: Shadow Legacy, pero para ello serán necesarios unos cuantos recursos tanto para crearlos como para mejorar sus posibilidades. Además de los orbes sombríos que hemos comentado líneas atrás, también habrá que recorrer los escenarios en busca de tarjetas de fabricación y también cumplir con algunas misiones secundarias que nos pedirán los miembros de los Soles Olvidados (un grupo rebelde que está en contra de Helios y que será clave durante la trama) a cambio de catalizadores Ereban. Con los recursos suficientes, podremos obtener mejoras como que el sónar sirva también para localizar todos esos ingredientes necesarios para la fabricación de artilugios, algo que personalmente me ha parecido uno de los mejores aumentos ya que facilita mucho más la búsqueda de dichos recursos en los amplios escenarios del juego. Si algo tengo que señalar es que, aún teniendo a nuestra disposición tanto los poderes como estas herramientas, son unas mecánicas que muchas veces no serán necesarias para el jugador más experimentado, ya que una vez dominado el poder sombrío podremos ser capaces de superar los obstáculos y los peligros de Helios de forma más que satisfactoria. Aún así, son unos elementos muy prácticos que le servirán en más de una ocasión a aquellos jugadores que no tengan tan interiorizados los juegos de acción y sigilo.

En cuanto a las misiones secundarias de Ereban: Shadow Legacy no son muchas las que hay a lo largo de la campaña del juego, pero hay que señalar que están bien integradas en los capítulos donde suelen aparecer. Es en el segundo capítulo donde se empiezan a introducir con tres misiones secundarias que sirven para conocer un poco más al grupo rebelde y que permiten explorar el escenario en su totalidad. Más adelante, podemos encontrar peticiones como hackear unos paneles para quitar mensajes de busca y captura y tareas algo más ocultas que recompensan la curiosidad del jugador como encontrar una carta y llevársela a un miembro del grupo rebelde que está preso en las instalaciones de Helios. Algo que hace fenomenal Ereban: Shadow Legacy es contar su historia al completo, ya sea con la búsqueda de la verdad por parte de Ayana, con las aspiraciones por parte de los Soles Olvidados o con la ambición desmedida de la empresa energética Helios por conseguir una energía inagotable. Es algo que se puede notar en los diálogos que tiene la protagonista tanto con personajes principales como secundarios, en las cinemáticas y también en la gran cantidad de notas que podemos encontrar explorando los diferentes escenarios del juego. Unos textos que se localizan casi sin querer y que están escritos de una forma tan interesante que casi nunca se hace molesto leerlos cuando son encontrados, pues son notas que están escritas con el tamaño justo para que en cuestión de segundos sigamos con nuestra experiencia. La parte narrativa de Ereban: Shadow Legacy es fantástica y acompaña de forma más que notable a la buena experiencia jugable que ofrece, enganchando al jugador con todas las situaciones que van ocurriendo a lo largo de los ocho capítulos de la campaña. Parte de culpa la tiene sobre todo un doblaje que solamente está disponible en Inglés, pero que cumple a la perfección para hacernos sentir el objetivo principal de la trama. Una trama que, llegada la fase final del juego, nos obligará tomar una importante decisión y de ahí observar uno de los tres finales diferentes que se pueden conseguir. Por supuesto, Ereban: Shadow Legacy ofrece las opciones suficientes para poder rejugar esta experiencia una y otra vez ya sea variando el estilo de juego y nuestra opinión sobre la historia.

Conclusión

En general, Ereban: Shadow Legacy termina siendo un juego de acción y sigilo muy satisfactorio. Ofrece dos estilos de juego en los que siempre destacará ese uso del poder sombrío de Ayana para poder movernos libremente por los escenarios del juego eludiendo a los numerosos grupos de robots de Helios. A ello se le suma una parte narrativa que consigue que los jugadores nos enganchemos a su mundo a través de los diálogos, cinemáticas y, sobre todo, la lectura de esos pequeños textos que amplian el lore de las aventuras de la superviviente Ereban. No inventa la rueda, pero Ereban: Shadow Legacy se convierte en un juego muy interesante para aquellos que sean amantes de las aventuras de acción y sigilo.

Este análisis ha sido posible gracias al código review facilitado por Baby Robot Games y Jesús Fabre

Santiago Sánchez
Santiago Sánchez
Gestor de contenidos y redactor en GamingUniverse. ¡Lo importante es disfrutar de los videojuegos!

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