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Tenía muchas ganas de comenzar con el análisis de la séptima entrega de Gran Turismo porque no os podéis ni imaginar lo mucho que he disfrutado a los mandos del DualSense. Ya es conocido por todos que la saga de conducción siempre se ha denominado como «The Real Driving Simulator» y nunca se podrá negar el esfuerzo de Polyphony Digital por plasmar el verdadero automovilismo en los videojuegos. Os digo todo esto porque es posible que Gran Turismo 7 por fin sea fiel al lema que ha acompañado a la marca desde su nacimiento.

Cuando se anunció esta nueva entrega para la reciente PS5, uno de mis deseos era poder disfrutar del simulador con el mando de la consola, un pensamiento del que Forza Horizon 5 tiene la culpa aunque su enfoque sea totalmente diferente al protagonista de hoy. No digo que en los anteriores Gran Turismo se jugase mal, pero nunca tenía la sensación de estar conduciendo un coche a no ser que pusiese la cámara en primera persona (que no es la del interior del vehículo, cuidado). En esta entrega se ha conseguido justo lo que pedía y probablemente la culpa sea del DualSense.

No he podido comparar con la versión de PS4, por lo que es posible que lo que comente sea totalmente diferente, pero en Polyphony Digital han conseguido que sienta el DualSense como un coche de verdad y que cualquier acción se plasme correctamente en una pantalla ocupada por la vista interior del vehículo.

No os voy a mentir. Durante todo este mes he sentido que GT7 es el mejor juego de conducción que he jugado nunca. ¡Con mando, ojo!

Los gatillos imitan el movimiento o la presión de los pedales de un automóvil a la perfección y es algo que sobre todo se nota en las curvas, momentos en los que tienes que calcular con el gatillo derecho la posición del acelerador para que la salida sea perfecta. Mientras, la vibración del mando te informa de todo: resaltos, chicanes, golpes en la carrocería, bloqueo de las ruedas al frenar, cambios de marchas…

Si a estas sensaciones le añades el ir quitando unas ayudas de conducción que nunca me había planteado en desactivar (control de tracción, marchas…) y que con la vista interior del coche notas en el joystick izquierdo la misma trayectoria del volante que estas visualizando consigues que esta sea la mejor conducción que he experimentado con un mando.

Cada coche se siente diferente y encima el juego te obliga a aprender el funcionamiento de los neumáticos disponibles, porque no es lo mismo conducir un Ferrari 458 Italia modificado con Deportivos Duros que con unos Competición Blandos apropiados para las nuevas características del vehículo. No me había fijado en esto ni en todos los juegos de Formula 1 que he jugado en mi vida, os lo juro.

¿Os acordáis del último State of Play de Gran Turismo 7 donde se presentaba un sistema de lluvia realista que podía afectar de muchas formas al estado del circuito? Pocas veces las pruebas te avisan de que lleves los neumáticos adecuados y nunca te darán pistas sobre la metereología, así que es posible que conduzcas en un circuito enorme como Nürburgring Nordschleife y, tras varios minutos en seco, te pille el chaparrón en el kilómetro más alejado de la zona de boxes, por lo que ya te las puedes apañar para que el coche no se te salga del pavimento siguiendo la trazada correcta.

Pasamos a una de las grandes novedades de esta séptima entrega y que el fan más veterano de la franquicia echó de menos en Gran Turismo Sport: la vuelta de unos modos offline como deben ser. La primera sorpresa es que el modo GT de toda la vida da paso a un Mapa del Mundo que engloba casi todos los modos del juego y donde una cafetería ubicada en el centro del pueblo da la bienvenida a lo que será la campaña principal de este GT7.

Gran Turismo Café me parece una de las mejores ideas que se le puede ocurrir a un estudio de videojuegos que lleva toda la vida dedicado a los juegos de conducción. Un lugar que está hecho y confeccionado para que el verdadero amante del automovilismo disfrute cada segundo. Un modo que te recuerda lo que realmente es Gran Turismo y que te coge de la mano para que aprendas tanto del juego como de la historia de los vehículos de cuatro ruedas.

Lo siento por Luca, pero quiero empezar con el único punto negativo de la cafetería y es que para explorar todos los modos de juego que ofrece GT7 tienes que comerte unos cuantos menús hasta tener desbloqueado todo. Fuerza al usuario que solo querrá jugar partidas online a que primero se eche unas carreras muy sencillas para desbloquear el modo que realmente le interesa. Sorprende como se han complicado en este aspecto, más sobre todo cuando el juego te pregunta desde el principio si ya estás acostumbrado al mundo de Gran Turismo.

Aún así, el bueno de Luca, que es el propietario de este local, ofrece un total de 34 menús que permiten al jugador disfrutar de un camino progresivo donde desbloqueará nuevos coches disputando varias carreras o competiciones, aprenderá sobre los distintos tipos de vehículos o marcas emblemáticas y, algo que me parece muy importante, sentirá que avanza dentro de Gran Turismo 7.

El desbloqueo de coches es muy acertado, ya que empieza con menús donde se consiguen turismos de calle o coches clásicos y casi finalizando la campaña el usuario ya ha desbloqueado vehículos más lujosos o de competición. Gracias a Gran Turismo Café nuestro garaje se llena de 60 coches conseguidos sin gastar ni un solo crédito, con la excepción del coche inicial comprado en la Segunda Mano. También suele ofrecer como recompensas unos tickets que son el primo lejano de las ruletas de Forza Horizon, dando la posibilidad de ganar dinero u otros premios.

Si no nos parece suficiente con los coches conseguidos en los menús, Gran Turismo 7 cuenta con más de 400 vehículos que se pueden encontrar en el local de segunda mano, concesionarios y la casa de los coche clásicos, por lo que podremos seguir aumentando la colección en estos espacios. Es cierto que en las primeras 20h de juego cuesta tener una cantidad de dinero decente que permita comprar coches más lujosos o tremendas bellezas clásicas, pero Gran Turismo 7 también mantiene la progresión adecuada fuera de la cafetería para que el jugador no acumule 100 coches en muy poco tiempo.

Volviendo a los menús, lo más importante de desbloquear los coches es volver a GT Café y «escuchar» las historias que tienen que contar Luca u otros personajes sobre los vehículos conseguidos. Terminas de desbloquear un menú centrado en los diferentes Ford Mustang que existen y tanto Luca como, a lo mejor, un ex trabajador de la propia marca americana te cuentan todos los detalles sobre la historia del modelo a través de una cinemática que en un televisor 4K tiene que ser la octava maravilla del mundo.

Si de algo también sirve esta cafetería es para que el jugador aprenda como funciona Gran Turismo 7. Hay menús enfocados en explorar los carnets, la modificación de piezas en GT Auto, sacarle una foto a nuestro coche en los Scapes… Pequeños tutoriales que, como he comentado antes, sirven de desbloqueo de estas opciones pero que realmente no estan mal implementados.

Como podéis observar, Gran Turismo Café es el eje principal de la experiencia del juego y muchas de las carreras que se disputan es a través de este modo. ¿Ha mejorado la dificultad de la IA respecto a las flojas partidas offline de Gran Turismo Sport? La respuesta es un rotundo , pero hay que decir que no se han arriesgado mucho. Salvo al principio del juego donde las carreras son más sencillas, a medida que se avanza en los menús cuesta llegar a la primera posición, pero tampoco es muy complicado alcanzar el podio a no ser que la hayas liado. Otras veces suele ser un paseo si rozas los Puntos de Rendimiento del vehículo que pide una prueba. Todo esto ha sido comprobado en la dificultad Profesional y con ciertas ayudas desactivadas.

Terminada la campaña de la cafetería, hay nuevos campeonatos donde se empiezan a añadir normativas o paradas de boxes que aumentan algo esa dificultad de la CPU, pero aún así noto la IA muy anticuada si se compara con otros simuladores de conducción. Hay esperanzas en Sophy, la nueva IA que ha creado Polyphony Digital y que supuestamente llegará en futuras actualizaciones, por lo que el jugador más veterano disfrutará de desafíos offline que realmente estén a la altura de su nivel.

Dejando a un lado Gran Turismo Café, el Mapa del Mundo de este nuevo GT7 se amplía con el retorno de otros modos más clásicos como pueden ser la Escuela de Conducción, las Misiones o los Circuitos del Mundo donde se agrupan todas las competiciones.

He de decir que estoy muy decepcionado con los famosos carnets, ya que en esta entrega no sirven para nada. El B Nacional y el A Nacional son obligatorios al tener presencia en algunos menús de GT Café, pero los tres restantes (B Internacional, A Internacional y la Superlicencia) no tienen más protagonismo que superar marcas para obtener las mejores recompensas. Me ha dado mucha pena y eso que en los Gran Turismo de PS2 los odiaba a muerte.

Si hay un modo que me ha encantado son las Misiones porque, además de ser una vía perfecta para probar una gran variedad de coches que a lo mejor por dinero no puedes conseguir, me he encontrado con un par de pruebas bastante originales que obligan al jugador a controlar el combustible del vehículo para conseguir la mejor distancia recorrida o completar una vuelta sin problemas. Junto a Gran Turismo Café, es el mejor modo de juego que tiene esta séptima entrega.

Pero eso no es todo. Durante la instalación de Gran Turismo 7 por primera vez en tu consola, ya tienes la posibilidad de probar el nuevo modo Rally de Música, una serie de pruebas que consisten en realizar el mayor recorrido posible en lo que dura la canción que está sonando de fondo. Una opción muy relajante que se separa de la parte competitiva y donde también se pueden disfrutar de todo tipo de vehículos. Por el momento son pocas las canciones que tiene este rally, pero ya han prometido que introduciran una playlist más grande en futuras actualizaciones.

Una experiencia offline que, como podéis ver, demuestra estar a la altura de lo que pedían los fans tras un GT Sport centrado exclusivamente en la competición online, pero durante este primer mes tras el lanzamiento del juego nos hemos llevado las manos a la cabeza con un gran problema que ha encendido las alarmas de todos los usuarios de PS4 y PS5.

¿Qué ha ocurrido? Lo primero de todo, hay que señalar que para disfrutar de todo lo que ofrece Gran Turismo 7 hay que tener conexión permanente a internet. ¿Y si no tienes conexión por el motivo que sea? No podrás continuar con tu partida y GT7 solo te ofrecerá echar unas pequeñas carreras como si fuese una demo de la PS Store.

A primera vista no parecía un problema ya que «todo el mundo» dispone de conexión a internet, pero una de las primeras actualizaciones que publicó Polyphony Digital para el mantenimiento del título provocó un error interno a la hora de conectar con los servidores, dejando el juego totalmente inoperativo durante algo más de 24h. Un problema muy grave ya que no tiene sentido que este tipo de incidencias afecten a unos modos «Sin Conexión» que perfectamente deberían seguir funcionando, algo que no es la primera vez que ocurre en este tipo de juegos y que al consumidor no le queda otra que aguantarse.

A día de hoy, esto ya ha sido solucionado, se ha regalado un millón de créditos a todos los usuarios como disculpa y se ha añadido nuevo contenido al juego, pero estas acciones no han conseguido maquillar la gran cantidad de valoraciones negativas que han recibido a través de varias vías.

Centrándonos ya en la parte online, hay que reconocer que no ha variado mucho respecto a lo visto en GT Sport, cosa más que entendible ya que los modos que estaban funcionaban entre los usuarios. El modo Sport sigue ofreciendo al jugador más competitivo la posibilidad de apuntarse a campeonatos o carreras de fin de semana para demostrar que es el mejor piloto de Gran Turismo 7, pero si no somos tan hábiles al volante se mantienen las salas o lobbys en las que crear cualquier tipo de carrera para divertirnos con otros jugadores.

El único añadido en este apartado son unos Puntos de Encuentro activados en algunos circuitos donde simplemente conducir de forma relajada y chatear con tus amigos sobre las experiencias que tienes en el juego, poco más.

Nos metemos ya en el apartado técnico del juego, una de las cosas con la que más le gusta experimentar a Polyphony Digital en las últimas entregas. Hubo polémica en los meses posteriores al anuncio porque la versión de PS5 solo iba a mantener el trazado de rayos para las repeticiones o cinemáticas con el objetivo de que las carreras funcionasen con una fluidez estable. ¿Ha afectado esto a la calidad gráfica del juego? Para nada.

Las carreras disputadas con la vista interior del coche facilitan el observar los vehículos tan bien detallados del juego que, aún sin tener activado esos reflejos espectaculares, consiguen la sensación de que te estás enfrentando a un coche real en la pantalla de tu monitor o televisor. Pero donde fácilmente nos podemos quedar embobados es en las repeticiones.

Muchas de las fotos que habéis visto en este texto las he sacado en todas las repeticiones que he podido. Unas repeticiones con el trazado de rayos activado que seguro que se las pones a tu abuelo y piensa que está viendo una carrera real, fuera coñas. Y si no os gusta comeros largas repeticiones, siempre os quedará dejar el mando sin usar y disfrutar de las cinemáticas que utiliza el juego como salvapantallas. Es increíble el detalle gráfico que ha alcanzado GT7 en el nuevo sistema de Sony.

En cuanto al sonido, yo lo que más os recomiendo es que en las carreras bajéis todo lo posible el volumen de la música, os pongáis unos cascos y disfrutéis del rugido del vehículo que estéis utilizando. Creo que no ha variado mucho el sonido de los motores respecto a GT Sport pero vaya, es un apartado que Polyphony Digital maneja a la perfección.

La banda sonora, que creo que tiene más protagonismo en el Rally de Música, tiene una playlist muy variada en la que podemos encontrar temas de otras entregas, una gran lista de las canciones de Daiki Kasho, canciones actuales como «Bizcochito» de Rosalía y, sobre todo, algunos remix de música clásica. No es molesta durante las carreras, pero en mi opinión las prefiero escuchar más en los menús o en ese modo de juego creado exclusivamente para fliparnos con estas canciones.

Conclusión

Tras un GT Sport enfocado únicamente al componente multijugador, Gran Turismo vuelve a demostrar una gran calidad con esta séptima entrega que fácilmente podría ser una carta de amor al automovilismo por parte de Kazunori Yamauchi. Un título que ha metido la pata con esa conexión permanente a internet provocando un serio problema, pero que no deja de ser un juego recomendado para todo usuario de PS5 que quiera disfrutar de un buen juego de coches. Esperemos que este no sea el único paso de la saga por la nueva consola de Sony, pero sí podemos estar seguros de que tendremos Gran Turismo 7 para rato con todo el nuevo contenido que llegará en el futuro.

Este análisis ha sido posible gracias a un código review de la versión PS5 facilitado por PlayStation España

Santiago Sánchez
Santiago Sánchez
Gestor de contenidos y redactor en GamingUniverse. ¡Lo importante es disfrutar de los videojuegos!

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