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Hot Wheels Unleashed me parece un auténtico juegazo. Nunca tuve cosas de Hot Wheels cuando era pequeño. Tampoco recuerdo haberme ilusionado con alguna de esas pistas loquísimas que anunciaban por televisión, pero el videojuego lo he disfrutado desde el primer momento como si hubiese sido cualquiera de esos niños que soñaban con la velocidad a tope.

Para mí, Hot Wheels Unleashed es uno de los mejores videojuegos de conducción de los últimos años y un producto que plasma a la perfección lo que era y es el juguete en la realidad. Ya no solo destaca por su jugabilidad y por sus intensas carreras, sino porque cada vehículo, cada circuito o cada accesorio está representado en el videojuego con una calidad de detalle impresionante.

Eso mismo ha pasado con los videojuegos de LEGO, pues también han plasmado muy bien lo que es crear, jugar y disfrutar con los diferentes sets del juguete danés en la vida real. A día de hoy, lo que más conocemos de LEGO en los videojuegos son aquellos títulos basados en licencias cinematográficas como Harry Potter, STAR WARS o los universos tanto de Marvel como de DC, pero el juguete ha abarcado muchos más géneros de los videojuegos de los que pensamos.

El género de los juegos de conducción es algo que LEGO también ha tocado con algunas subsagas como LEGO Racers, pero en todos estos años no se ha vuelto a ver un juego de carreras hasta el protagonista que hoy nos ocupa. Y lo que menos me esperaba es que fuese a disputarle el trono a mi queridísimo Hot Wheels Unleashed.

LEGO 2K Drive apareció de la nada. Fue anunciado a finales de marzo con un trailer muy divertido, el cuál me llamó la atención y le he seguido la pista hasta poder jugarlo. Un juego que va dirigido totalmente al público infantil, pero que durante estos días me ha demostrado que puede enganchar hasta al más adulto de la casa con su adictiva jugabilidad, la manera de disfrutar de sus mundos y el buen rollo que tienen sus personajes o su universo gracias al doblaje en castellano. Eso sí, a 2K se le ha ido la mano metiendo micropagos en un juego para niños, pero en términos generales os puedo asegurar que LEGO 2K Drive es un juego de conducción muy recomendable.

En los primeros minutos con LEGO 2K Drive se puede observar que no se han complicado mucho con la jugabilidad, pues han utilizado Mario Kart como referencia para ofrecer unas carreras llenas de potenciadores, obstáculos y unos vehículos que se transforman al instante según el terreno en el que estemos. Esas transformaciones son su propia marca de la casa, pues siempre utilizaremos tres vehículos diferentes (callejero, todoterreno y acuático) que cambiarán al mínimo roce con la superficie que corresponda.

Gracias a eso la jugabilidad es super adictiva, pues salirte de la pista (salvo en casos muy obvios) no supone una pérdida de ritmo frente a tus rivales. La diversión continúa a máxima velocidad mientras vas destrozando bloques, personajes, vallas o edificios que regeneran la salud o el turbo de un vehículo transformado en una enorme gallina todoterreno. Y esto lo digo solo centrándonos en uno de los componentes principales del juego, pero es que LEGO 2K Drive va mucho más allá.

Gran parte de la experiencia de LEGO 2K Drive se disfruta a través de un modo Historia en el que, como nuevo piloto recién aterrizado en Bricklandia y formando parte de la Escudería Afondo, tendremos que clasificarnos para el Gran Premio de la Copa Celestial y evitar que Sombra Z, el piloto más tramposo de la competición, se salga con la suya.

Parece que a LEGO no le bastaba con ser una de las expansiones de la cuarta entrega, pues Forza Horizon es otra de las influencias que descubrimos a la hora de movernos por los cuatro mundos diferentes repartidos por Bricklandia durante este modo Historia. Cada uno de ellos son pequeños mundos abiertos llenos de carreras, misiones secundarias, actividades y todo aquello que ya hayamos visto en los juegos arcade de la franquicia de Xbox.

El objetivo principal en estos escenarios es ganar carreras y derrotar a nuestros divertidos rivales de la competición (uno de ellos es un caballo, no os digo más) para ir sumando banderas, las cuales irán desbloqueando unos Grand Blox que servirán como fase final de cada uno de los mundos. El progreso para acceder a estos Grand Blox no es tan directo, pues el juego pedirá al jugador realizar alguna misión secundaria para desbloquear tanto nuevas fases como mecánicas de exploración o para subir de nivel y alcanzar nuevas categorías.

Estas carreras, al ser un juego enfocado para niños, no son complicadas pero tampoco son un regalo fácil. La dificultad de las pruebas se reparte entre las tres categorías del juego (C, B y A), las cuales ofrecen diferentes recompensas y un desafío algo más elevado en el nivel más alto. Las carreras se mantienen muy divertidas e intensas según la categoría que escojamos, pero en algunos tramos del circuito se pueden observar acciones raras por parte de nuestros rivales que pueden facilitar nuestra victoria. Eso no quita que también haya momentos en los que estés cerca de cruzar la línea de meta y veas como te adelantan dos rivales. Repito, es un juego para niños, por lo que el jugador más veterano no encontrará un gran desafío.

Aún así, hay un par de elementos que pueden cambiar la dificultad de las pruebas. Las ventajas son modificadores que se consiguen en algunas carreras o misiones secundarias y que se pueden aplicar según nuestro estilo de juego. Pueden beneficiar a las estadísticas del vehículo, la regeneración de salud o al uso de potenciadores, pero también pueden anular esos efectos a cambio de otros que nos obliguen a sobrevivir de otras maneras. Por ejemplo, recoger potenciadores solo rellenará la barra de turbo y no podrás usarlos contra los rivales.

El otro elemento que puede cambiar las carreras de LEGO 2K Drive son los vehículos que desbloqueamos al derrotar a los rivales del modo Historia, pues estos incluyen características únicas con pros y contras durante su uso. A lo mejor es un vehículo con la posibilidad de tirar automáticamente minas por la parte trasera pero un solo ataque de nuestros rivales puede destrozar el coche por completo. Son muchos los vehículos que se pueden desbloquear a lo largo del modo Historia y que podremos utilizar en posteriores carreras según nuestras necesidades, pero siendo esto un juego de LEGO también tendremos la posibilidad de crear nuestras propias bestias de cuatro ruedas. Bestias, hamburguesas, gatos o cualquier cosa que tengamos en mente.

El Taller de LEGO 2K Drive ofrece un editor con tanta profundidad que desde el primer momento asusta, pero por suerte hay varios tutoriales para aprender a usar sus controles y las diferentes herramientas de creación, ya que para crear el vehículo mas loco del juego tendremos que hacerlo pieza por pieza. Es como montar cualquier set de LEGO que nos hayamos comprado en nuestra vida, solo que sin un papel de instrucciones y con unos controles que, sinceramente, están tan mal implementados que fácilmente te quitan las ganas de seguir creando.

Hay una gran cantidad de piezas, accesorios y elementos interactivos que, salvo por el límite de bloques que hay según la base que hayamos escogido para nuestro vehículo, se puede crear cualquier cosa. Terminada nuestra creación, también podremos añadirle las estadísticas que mejor se adapten a los terrenos del juego.

Los coches que hayamos desbloqueado durante el modo Historia se pueden modificar y aquí sí que incluyen unas instrucciones (solo disponible para estos vehículos) para enseñarnos cuál ha sido su proceso de creación, cosa que viene bastante bien si andamos escasos de creatividad. Desbloqueamos, creamos… ¿pero se pueden comprar nuevos vehículos en alguna tienda? La respuesta es sí, pero llegamos al punto más grave del juego.

El Bazar de Unkie es la tienda de LEGO 2K Drive donde podremos comprar nuevos vehículos, diferentes lotes de piezas o pegatinas para el Taller o nuevos pilotos/personajes, pero también es donde los micropagos y los Season Pass hacen acto de presencia.

El Season Pass no es preocupante, pues hasta Hot Wheels Unleashed lo tiene y si vas a echarle muchas horas al juego pues siempre es bien recibir nuevo contenido por esta vía, pero lo de los micropagos es grave si estamos hablando de un juego para niños y el dinero que se gana en las pruebas oscila entre los 35-850 créditos, cantidad algo pobre para intentar ahorrar los 10.000 créditos que cuesta comprar un coche en el Bazar. Salvo algún gasto que haya tenido mejorando y probando las prestaciones de un vehículo, en casi 10 horas jugadas al modo Historia he conseguido juntar 27.000 créditos más o menos, pudiendo comprar solo dos coches durante toda la campaña.

Esta tienda estará siempre activa ya que todo el contenido se puede usar en los diferentes modos de juego de LEGO 2K Drive, pero también os digo que es un apartado fácil de ignorar por varias razones: los niños solo podrán estar conectados online si los padres autorizan crear una cuenta de 2K, en el modo Historia se desbloquean muchísimos vehículos entre carreras y secundarias, y luego están todas las creaciones que el usuario haga en el Taller. Por añadir alguna queja más, no logro entender que el juego no te permita crear tu propio piloto de LEGO y te tengas que conformar con unos personajes bastante predeterminados y sin carisma.

Este punto negativo no consigue eclipsar lo maravillosa que es toda la experiencia en LEGO 2K Drive, pues aún os tengo que hablar de sus pequeños mundos abiertos. Como os he dicho en párrafos anteriores, es Forza Horizon pero con bloques de LEGO y con unas actividades muy bien adaptadas a sus mapas. Yo voy un poco más allá y os digo que recorrer los mundos de Bricklandia a lo loco gracias a las transformaciones del vehículo también me recuerda muchísimo a The Simpsons Hit & Run, ya que al final conduces tan mal aposta solo por ver como destrozas el entorno o atropellas a los personajes.

En cada rincón siempre habrá algo que hacer, ya sean cometidos (misiones secundarias con recompensas) o una gran cantidad de pruebas Al Vuelo que, una vez pasados sus portales, nos ofrecen varios tipos de desafíos como contrarreloj, zonas de salto, derrapes, entregas rápidas, etc. Fuera de las actividades, siempre podremos explorar la zona para cortar hierbajos antes de cada carrera (una vez cortados se crea una zona de hierbas que reestablecen salud y turbo durante las pruebas) o para utilizar las diferentes mochilas propulsoras que nos ayudarán a alcanzar los coleccionables correspondientes de cada mundo.

Si todo esto os parece poco, atentos a los minijuegos de LEGO 2K Drive. No son muchos, pero redondean esa diversión que mantiene el juego en todo momento. Los minijuegos se pueden jugar tanto en solitario como en multijugador (local y online) y podremos salvar personajes LEGO de oleadas de zombies o payasos, proteger unas antenas de los malvados alienígenas o, mi preferido, jugar a «Luz Verde. Luz Roja» (sí, como en El Juego del Calamar) con BOLA, el robot ayudante del juego.

Esto es todo lo que ofrece el modo Historia en sus 8-10 horas si se juega de forma directa, pero está claro que tanto niños como adultos podrán exprimir la campaña todo lo que ellos quieran, ya que siempre quedarán actividades para intentar completar el 100% del juego. Fuera del modo Historia podremos seguir disfrutando de LEGO 2K Drive gracias a otros modos como los campeonatos (mezclan las pruebas de la campaña en diferentes torneos), los minijuegos y las carreras que se pueden jugar tanto offline como online.

Antes de llegar a la conclusión de este análisis, quiero destacar el trabajo en el doblaje al castellano de este juego, algo a lo que ya nos tienen acostumbrados varios de los títulos de LEGO que han salido en los últimos años. Se le puede sacar alguna pega a las voces de ciertos personajes, pero su buen rollo y el humor inteligente plasmado en el nombre de algunas pruebas (hay una mega referencia a Los Simpson lllamada «Gambones al motor») o en los diálogos convierten LEGO 2K Drive en un juego muy disfrutable en todos sus aspectos.

Conclusión

LEGO 2K Drive reintroduce al juguete danés en el género de los juegos de conducción de la mejor manera posible gracias a su divertida y adictiva jugabilidad. Su modo Historia es redondo, pues todo lo que ofrece tanto en sus carreras como en sus varios mundos abiertos aseguran una diversión sin límites, algo que también se puede trasladar a la posibilidad de crear vehículos loquísimos en el Taller. El ansia de 2K por extraer dinero en un juego para niños no consigue eclipsar totalmente a una de las sorpresas de este mes de mayo con el permiso de Tears of the Kingdom.

Este análisis ha sido posible gracias al código review facilitado por 2K

Santiago Sánchez
Santiago Sánchez
Gestor de contenidos y redactor en GamingUniverse. ¡Lo importante es disfrutar de los videojuegos!

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