Avance de Into the Radius 2

Into the Radius es, probablemente, una de las mejores experiencias que he tenido en la realidad virtual. Su propuesta de roguelite con juego de supervivencia encajaba como anillo al dedo en este concepto, y sin ser un gran seguidor de los títulos que apuestan por la mecánica de resetear algunos elementos cuando muere nuestro personaje, he de decir que en esta obra fue algo que me maravilló.

Es verdad que el título tenía algunos fallos e ideas que se podían mejorar, pero en líneas generales estaba delante de una experiencia alucinante que, cuando relato a mis amigos, se quedan con la boca abierta. Esa era mi reacción de forma constante cuando tenía las gafas puestas y recorría su mundo.

Es por ello que el anuncio de la segunda entrega fue más que bienvenido, y estoy muy contento de traeros las primeras impresiones de la que promete ser una secuela a la altura.

Into the Raidus 2 se ha lanzado en el formato Early Access con el que también se estrenó el primero. A partir de aquí, el equipo de desarrollo irá puliendo las asperezas y añadiendo más contenido hasta llegar a la versión final del juego, pero hay que tener en cuenta que con cada actualización perderemos nuestro progreso, por lo que siempre habrá un leve reinicio cada vez que volvamos a la aventura.

Ahora mismo el título tiene contenidos bastante básicos: no cuenta con ningún tipo de argumento y solamente tiene tres escenarios (el hub en el que nos prepararemos, un escenario pequeño y otro más grande). Un detalle que me ha llamado la atención es que a estos escenarios se accede por medio de una pantalla de selección, y no mediante una cuerda que nos guíe a determinados puntos, como ocurría en el primero. Aunque no me ha chocado, sí pienso que la pantalla de selección quita algo de inmersión a la experiencia.

Más allá de eso, podremos realizar una serie de misiones que nos permitirán subir de nivel para desbloquear nuevo equipo. Estas misiones, de momento, son algo sencillas, pasando por la recolección de objetos, la comprobación de antenas en diferentes puntos del mapa o la eliminación de enemigos. Ahora mismo se nota que son una plantilla base sobre la que irán trabajando, pero me ha gustado la idea de poder acceder a misiones que no sean ir a un punto y hacer cierta acción, sino que cuenten con más tareas secuenciales (a pesar de ser básicas en el momento de escribir estas líneas). También he agradecido que se haya eliminado la misión de sacar fotos a los diferentes enemigos del juego, ya que en la primera entrega rompían bastante el ritmo.

A nivel de contenido Into the Radius 2 no ofrece nada más, pero es lo suficiente para ver lo importante: todas las mejoras jugables que propone.

Y es que, para empezar, el juego tiene un lavado de cara en las interfaces del mapa y el selector de misiones, que ahora se presentan por medio de un sistema operativo similar a Windows 98, y que son más fáciles de ver y entender, ya que ahora todo saldrá indicado en la pantalla y será más accesible a la hora de consultar información sobre nuestros objetivos.

Otra de mis grandes quejas de la primera entrega se ha solucionado en esta secuela: la compra de nuevo armamento y su selección. En su precuela había que seleccionar de forma individual en una pantalla todo aquello que quisiéramos comprar o probar, y resultaba un proceso bastante tedioso y poco ágil, ya que cada arma se compone, mínimo, de tres piezas: el cuerpo, el cargador y la munición; tener que hacer una triple selección (siempre que no añadamos más extensiones, como miras o silenciadores) daba lugar a un proceso muy lento.

En esta secuela se ha apostado directamente por un modelo muy similar al de Pavlov, ya que podremos acceder a un almacén donde todo el equipo estará a nuestra disposición para poder recogerlo y probarlo en el momento, siempre y cuando lo hayamos desbloqueado. Si nos gusta, es tan sencillo como comprarlo directamente desde el ordenador disponible en la zona. Sin duda, se trata de un cambio que presenta uno de los mayores aciertos de esta secuela.

La primera entrega también contaba con otra limitación destacable: la mochila y el equipo de almacenaje con el que estaba equipado nuestro personaje. Este era siempre el mismo durante toda la aventura, y no se podía mejorar, dando lugar a una oportunidad perdida para hacer de la progresión en la aventura algo más destacable y presente más allá de las nuevas armas que fuéramos desbloqueando. Este es otro de los grandes añadidos de la secuela, ya que, por lo pronto, se cuenta con varias opciones de chalecos y mochilas que podremos equipar en base a nuestras preferencias: ya sea llevar más munición, cargar con armas en diferentes posiciones o, sencillamente, contar con mochilas más grandes que puedan almacenar más peso.

Lo que sí que he encontrado algo escueto es el armamento, ya que ahora mismo la obra cuenta con muchísimas menos armas que la primera entrega. Entiendo que esto se irá ampliando poco a poco, pero es algo que me ha llamado bastante la atención. Ocurre algo similar con las miras, ya que apenas hay opciones disponibles en esta versión preliminar.

También se ha apostado por una mayor cantidad de artilugios para curarnos o mantener nuestra resistencia, algo que se agradece, ya que ofrece muchas más opciones a la hora de afrontar las misiones.

Ahora bien, esto son todos los añadidos que me han gustado, ya que son muchas de las cosas que me habría encantado ver en la primera entrega, pero el acceso anticipado de Into the Radius 2 no está exento de problemas, y estos tienen que ver, sobre todo, con la dificultad de sus enemigos.

Y es que, por alguna razón, esta secuela ha apostado por darle más presencia a las pequeñas arañas que en el primer juego no eran demasiado predominantes, pero que aquí se pueden acumular en grandes cantidades y perseguirte por todo el mapa. El problema en sí no es ese, ya que añade algo de tensión, el inconveniente está en que es muy difícil vencerlas debido a la velocidad a la que se mueven, y además quitan una cantidad de salud exagerada, haciendo difícil avanzar en determinadas ocasiones.

Lo mismo ocurre con las anomalías, una especie de “minas” que tendremos que esquivar, ya que podrán hacernos daño de diferentes maneras. Ya en la primera entrega se trataba de un concepto un poco irregular a nivel jugable, pero en esta secuela están desbalanceadas. No solo le quitan una enorme cantidad de vida al jugador, además también hay anomalías aleatorias que son muy difíciles de esquivar porque es imposible saber por dónde atacarán o que patrón presentarán. Creo que sería un acierto por parte del juego eliminarlas o reducir su daño y presencia, y apostar por las anomalías físicas de objetos que estallan cuando nos acerquemos a ellos, las cuales encajan mejor con el mundo del juego.

Por otro lado, también me gustaría destacar que, en términos jugables, el control no está del todo pulido y presenta muchos fallos. A veces resulta increíblemente complicado coger una pistola del cinturón, así como recargar rápidamente si nos quedamos sin munición. Estas son acciones que funcionaban muy bien en la primera entrega, y entiendo que aquí les falta algo de tiempo de desarrollo, pero limitan mucho a la hora de enfrentarse a los desafíos de la obra.

Cabe destacar que el juego también cuenta con modo cooperativo para dos jugadores (que más adelante se ampliará a cuatro). Sin embargo, como la propia desarrolladora avisa, el modo ahora mismo está en sus fases más tempranas, y al ejecutarlo presenta muchos más errores que jugándolo de forma individual. Eso no quita que se trata de una idea realmente interesante que seguro que funciona muy bien cuando esté más desarrollada.

A nivel gráfico y sonoro esta secuela muestra un salto notorio respecto a su precuela. Se nota un acabado de los modelados mucho más detallado, así como más efectos visuales y una mejor iluminación, al igual que unos enemigos más variados estéticamente. Respecto a su rendimiento, la verdad es que no nos hemos encontrado con ningún tipo de problema ni nada grave que haya afectado a la experiencia de juego.

Lo cierto es que el acceso anticipado de Into the Radius 2 es realmente interesante, pero aún tiene muchas cosas por resolver para poderse disfrutar plenamente. Se echa en falta un mejor equilibrio de la dificultad y del daño de los enemigos, un mayor arsenal y, obviamente, que el juego se siga desarrollando poco a poco hasta llegar a su fase final, con más escenarios y argumento.

Si pudiera pedir cosas que me gustarían ver, he de decir que me encantaría que existiera la posibilidad de hacer ruido con objetos, como en The Walking Dead: Saints & Sinners, para poder atraer a los enemigos y profundizar un poco más en el sigilo del juego. También querría de vuelta todas las opciones de dificultad que se podían modificar en la precuela, o la posibilidad de crear tu propio chaleco añadiendo las partes que más te interesen en las zonas que te resulten más cómodas.

Más allá de eso, espero grandes cosas de Into the Radius 2, ya que tiene la posibilidad de volver a poner patas arriba el panorama de la realidad virtual. Ahora mismo, pese a tener algunos fallos y no contar con mucho contenido, se trata de una muestra de intenciones realmente interesante.

Este avance ha sido realizado en base a la versión de Steam.